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Diablo III: Análisis


Muy buenas amigos de OstiaUnLobby, haters y fanboys de Diablo3 en general.

Tras unos doce años desde la salida de Diablo II y, aproximadamente, unos seis años desde que se anunció, el quince de mayo de 2012 se produjo el lanzamiento de Diablo III, aunque no estuvo exento de dificultades técnicas que rápidamente se convirtieron en meme un montón de cosas que, por cierto, me hacen partirme de risa de una forma estúpida y descontrolada. Aprovecho este párrafo para recordaros que este post se lee mucho mejor escuchando esto

Cada vez que veo el brillo en la frente de Diablo no puedo evitar pensar en el final de Diablo1… ¿por que te clavaste la joya? ¿POR QUE?

Diablo III nos lleva a Tristán, donde ha caído una estrella en la antigua catedral que corrompió Diablo en la primera entrega de la saga. Allí se encuentra Caín y su sobrina Leah. Nuestros héroes, llegan a Nueva Tristán porque Tristán ya se la petaron varias veces en anteriores entregas de Diablo para investigar el incidente y se verán involucrados en una trama que les llevara a ser la única esperanza de la humanidad frente a las huestes de los grandes demonios; como no podía ser de otra forma.

Las batallas contra bosses… simplemente espectaculares.

El juego, fiel a sus orígenes, sigue siendo un Action/Rpg en perspectiva isométrica. Si bien es cierto en este título se han sacrificado muchos elementos de RPG para convertir el juego en una experiencia mucho más dinámica y de acción, algo que ha creado muchísima polémica y acaloradas conversaciones surgidas del aburrimiento más que de otra cosa. Sin embargo, no debe considerase a Diablo III como un MMORPG, a pesar de que debamos estar conectados para poder jugar, no hay una gran ciudad donde estar con otros jugadores, no hay tanques, ni sanadores ni DPS como tal; esta todo mezclado en un “sálvese quien pueda” totalmente desmedido.

Gestionar las batallas significa entender lo que esta pasando… y la cantidad de mierdas que pasan a la vez no ayuda a eso… y en cada dificultad aparecen más y más cosas… ¿el resultado? locura.

Probablemente el lector no este familiarizado con la saga Diablo, concretamente con Diablo II, por lo que pretendo describiros como funciona para que pueda se entender mejor el análisis. Diablo II permite personalizar nuestro personaje asignándole puntos de atributo (fuerza, destreza, magia y vitalidad) y luego subir puntos en diversos arboles de talentos para obtener habilidades, si bien el sistema promete un montón de personalización, la triste realidad es que no todos los conjuntos de habilidades (builds) son funcionales y, además, un error en la asignación de los puntos no se puede corregir, por lo que si te equivocas o no te gusta lo que has hecho debes borrar tu personaje y volverlo a crear (re-roll). Esto provoca que cuando juegas a DiabloII, se vean multitud de personajes iguales, creados siguiendo guias. Sin embargo, una de las grandes maravillas de Diablo II es, aunque suene raro, lo infinitamente hackeable que es y esto se traduce en una de las cosas que hizo grande a este juego: ¡Los mods!

Los personajes han ganado mucho… sobretodo en la espectacularidad de sus técnicas, el Monje con el golpe héptagonal desaparece y propina siete golpes increibles en una fracción de segundo

Entrando ya en el análisis puro de Diablo III, he de reconocer que me ha sorprendido mucho y eso que ya había probado la beta. Debido a la vertiginosidad de las batallas hay que estar infinitamente concentrado, incluso en la primera dificultad, ya que nuestra vida puede evaporarse si nos colocamos mal, nos despistamos y entramos hasta el fondo o si no nos fijamos en las habilidades de los enemigos, como charcos de veneno o lava puestos en el suelo, disparos… Este frenesí se ve intensificado en las batallas contra los bosses, en los que tendremos que hacer algo más que dejar calcado el boton de atacar para derrotarlos. A pesar de toda esta locura, en el combate podemos cambiar nuestro conjunto de habilidades (requiere algo de habilidad y mucha velocidad, todo hay que decirlo) y adaptarnos a las necesidades del encuentro. El verdadero éxito de este juego es, sin lugar a dudas, la capacidad de retractarte de cualquier decisión: cualquier combinacion de habilidades y runas (modificadores de las habilidades), la cambias cuando quieras; enjoyar un arma o armadura, la desengarzas cuando quieras y no pierdes ni la pieza de equipo ni la joya… Puede que muchos pr0s, consideren esta facilidad como «juego para casuals» pero si consideramos la idea de que la habilidad de jugar a DiabloIII no depende de habilidades, estadisticas o equilibrios de los parches del juego: la habilidad para jugar bien a Diablo III solo depende de la habilidad de jugar al juego, algo que es lo que se supone que buscan los pr0s… ¡Que paradoja!,¿no?

Las cinemáticas son impresionates, el gran sello característico de la saga.

Otra cosa que me ha gustado mucho es el típico «nivel extra» de dificultad cuando te acabas el juego(realmente hay cuatro dificultades:Normal, pesadilla, infierno y averno). En Diablo III se van desbloqueando cosas nuevas (habilidades de los enemigos, tipos de loot nuevo para los artesanos…) que no solo hacen que te quieras pasar el de nuevo el juego por seguir construyendo tu personaje, si no para ir descubriendo más y más cosas. Aunque mi motivación principal para jugar a esta saga jamás ha sido la historia (¡¡¡¡¡al morir los enemigos dejan moneditas y objetos!!!!!), debo reconocer que, si bien la historia en general me parece algo floja, tiene momentos muy muy muy épicos (llegar al Acto 3 es un aawww yeaaa!!) y he de reconocer que esta muy bien hilada con la acción: La historia no es algo que se va contando entre peleas, los personajes principales de la historia acompañan a los heroes y así la historia se vuelve algo vivo y dinámico que esta sucediendo mientras juegas; un gran acierto.

Llevar NPCs mientras exploras lugares es muy habitual, y ellos se encargan de hacerte de guias por la zona por la que vas ¡y lo hacen gratis!

Sin embargo ha perdido bastante en aleatoriedad en los mapas, ya que el número de mapas que es fijo es muy grande, aunque cambien pequeñisimos aspectos de estos, no es algo grave que haga el juego horrible, pero hace que cruja un poco si lo comparamos con Diablo II. Otro punto flaco, en mi opinión, es la banda sonora. No quiero decir que no sea increible, que lo es, pero esta bastante enfocada en el aspecto cinematográfico y no parece la banda sonora de un videojuego… de hecho muchas piezas no parecen encajar especialmente ni en la acción, ni en el momento, ni en el ambiente.

El menu es sencillo y funcional, además va cambiando dependiendo en que episodio del juego estemos… y sí, la mascara que llevo es horrible pero ¿os gusta mi estandarte?

Tortazos a lo loco, enemigos ridículamente pequeños que dejan caer armaduras de placas gigantescas y un porrón de oro que usar para crear objetos absurdamente poderosos y asi matar a los enemigos más fuerte y repetir esta formula hasta el infinito . Sin embargo, para mi, no se trata de matar, de la historia, de la música, el loot o ver la evolución de un personaje. Lo que realmente me ha enganchado desde siempre a Diablo ha sido un cable de red, varios ordenadores, mis grandes y habituales compañeros de batallas (mi padre, Vero y, fundamentalmente, mi hermano) y un montón de horas por delante para berrear matando enemigos e intercambiando objetos. Esa es la magia, para mi, de Diablo y esa magia permanece intacta en Diablo III y es la principal razón por la que he esperado este juego durante tanto tiempo.

Nada mejor que repartir tortazos con tu padre, tu hermano y tu novia… ¿es raro? Da igual, ¡se sale!

En resumen,horísimas en batallas brutales, golpes que parten a la gente en pedazos y mandan sus restos a la exosfera, objetos cada vez mejores y usar habilidades increiblemente vistosas… por si fuera poco, una sencillez alucinante para unirse a la partida de cualquiera (amigos o no) y pegarle tortas a todo bicho viviente. Por supuesto, el problema de tener que estar conectado a internet para poder jugar esta ahí y, aunque pueda entender el motivo (evitar los goldsellers y hackers varios), no deja de tocar los cojonazos un poco.

Espero que disfrutéis mucho del fin de semana. Un saludo!